Marassi goza
En el estadio Marassi, Sampdoria dio espectáculo, goleó por 4-1 a Bologna y volvió a la punta del torneo
ROMA (ESPNdeportes.com) - Sampdoria lo recibió a Bologna en el estadio Marassi de Génova y lo goleó por 4 a 1, con goles de Gianpaolo Pazzini, Reto Ziegler y un doblete de Daniele Mannini. El "gol del honor" para la visita fue de Pablo Osvaldo. De esta manera, Sampdoria ocupa, por lo menos por algunas horas, la primera posición de la tabla con 20 unidades, mientras que Bologna se quedó con 6 puntos y, por ahora, se ubica junto a Atalanta en la 16ª plaza del torneo. En los primeros cinco minutos, la visita dio la impresión de poder aguantar contra los "dorianos" y de tener la posibilidad de jugarse sus cartas. Sin embargo, la ilusión duró poquísimo y ya al séptimo los locales se pusieron en ventaja: un pelotazo largo lo encontró muy abierto por derecha a Cassano, quien con un delicioso control con la suela del pie derecho mató el balón y se lo llevó para adelante, lo dejó pagando a Lanna y luego lo metió rasante al medio, para que Pazzini anotara el uno a cero con un toque sutil de gran elegancia. Poco más tarde, el atacante blucerchiato la paró de pecho en la medialuna y, de mediavuelta, le puso una buena asistencia a Mannini, quien entrando por derecha conectó el balón alto y le pegó con un fierro, para meterlo abajo del travesaño cerca del primer palo. Después, promediando la etapa, llegó el golpe del definitivo nocaut: Ziegler la recibió de espaldas al arco, en posición de enganche, se dio vuelta sacándose de encima a Mudingayi y la clavó con la zurda a la izquierda del portero. Mientras los locales festejaban la anotación, Di Vaio fue a protestar con el referí y le dijo alguna palabra de más, induciendo al juez a mostrarle la roja. Sampdoria, con la ventaja numérica, dio todavía más espectáculo y anotó el cuarto con una jugada impresionante de Cassano: el "pibe de Bari" recibió el pelotazo de Poli por izquierda, se metió en medio de dos adversarios y, luego de enloquecerlos con sus amagues, se la llevó para el fondo y dibujó un centro perfecto para la cabeza de Mannini, quien tuvo apenas que tocarla con la frente para anotar su doblete personal. En el complemento, los dorianos jugaron a un ritmo bastante blando y se concentraron en la posesión del balón. Así, esos 45 minutos sirvieron sólo para que Osvaldo, apenas ingresado por Zalayeta, aprovechara un clamoroso error de Zauri y pudiera anotar el gol del honor. Sampdoria no sólo venció ampliamente, si no que convenció por completo: la velocidad y la claridad del juego, el talento de Cassano, los goles de Pazzini y la perfecta sincronía entre Palombo y Poli en el medio son regalos al espectáculo y al fútbol. Este equipo, con mucha continuidad, un poco de suerte y sin errores arbitrales, está para luchar el título. Bologna, en cambio, encajó realmente el partido equivocado para buscar un nuevo inicio. El debute de Colomba, de esta manera, fue un desastre. Lo importante es olvidar rápidamente esta fea derrota para preparar bien el delicado desafío contra Siena del próximo miércoles.